Carlota Pavón y Áurea R Hevia
1 Bach A
La
orientación del campo magnético terrestre ha cambiado muchas veces a lo largo
de la historia de nuestro planeta. No es un fenómeno que ocurra de un día para
otro –puede presentar la misma intensidad durante cientos de miles o incluso
millones de años–, pero por causas que aún se desconocen, en ocasiones se
debilita y acaba invirtiéndose.
Ahora, un equipo internacional de
investigadores de distintas instituciones ha averiguado que el proceso, no
obstante, puede darse de forma muy rápida, incluso en menos de un siglo, un
suspiro a escala geológica.
Según indican en la revista
Geophysical Journal International, eso fue precisamente lo que ocurrió la
última vez que tuvo lugar una reversión geomagnética, hace 786.000 años. Los
geofísicos señalan que en los próximos siglos podríamos experimentar otro de
estos vuelcos, ya que el campo magnético de la Tierra mengua en la actualidad
unas diez veces más rápido de lo que se considera normal.
Aunque no se trata de un suceso
catastrófico –en principio, por sí mismo no afecta negativamente a los seres
vivos–, algunos expertos plantean que podría dañar de algún modo las redes
eléctricas y dejarnos más expuestos durante un tiempo a las partículas cargadas
emanadas del Sol y a los rayos cósmicos, lo que se traduciría en un mayor
número de mutaciones genéticas y casos de cáncer.
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